Elemental.
Podéis descargar el libro de manera gratuita aquí. |
-Tengo información que puede ayudarle, Sargento.
-¿Quién demonios ha dejado entrar a este tipo? Dí órdenes expresas de
que no dejaran pasar a este tocapelotas.
Era obvio que el Sargento McPhee aun no había
tomado su café y la almorrana le estaba dando por saco más que nunca, aun así
insistí.
-Sé quién lo hizo. Este y los demás crímenes.
-A ver, listillo, ¿me estás diciendo que tu solito, has hecho el trabajo
que todo mi departamento de homicidios no es capaz de hacer?
-Sí, así es.
-Dios, aun no se por qué no te pego un tiro yo mismo - Y yo gano a la
almorrana - Vomita tu teoría y lárgate.
-Es simple, esta serie de crímenes ha sido cometido por la mente más
retorcida y brillante que hayamos visto nunca. Y conseguirá, como siempre que
le carguen el muerto a otro a menos que le detengan.
-¿Y de qué demonios hablas?
-Lo tiene frente a usted - reí- sentado, tras la pantalla. Solo que esta
vez no se saldrá con la suya.
-No lo entiendo.
-Hablo, mi querido Sargento, del autor.
Comentarios
Publicar un comentario